Los públicos de la cultura. Con Jaume Colomer

Por Marta Zlatkovic

En la clase del viernes pasado tuvimos oportunidad de conocer la experiencia y conocimientos sobre los públicos de la cultura, de especialista en análisis y gestión de públicos de la cultura Jaume Colomer. Yo creo que conocer el público de eventos que organizamos o en que participamos es una de las cosas clave en llevar un proyecto a cabo con éxito. M eha parecido interesante y útil que en la clase tuvimos la oportunidad de conocer el desarollo del público cultural históricamente.

Es curioso el valor que tenía el público considerando el momento en que se encontraba el estado dado de la cultura. El término “público” por primera vez ocurrió en el siglo XVI, y se refería a cada persona que quería asistir a las actividades culturales y era capaz de pagar el costo de asistencia cuando hacía falta. Al principio del desarollo de la cultura, el público no tenía ninguna importancia, era la parte oscura de la sala de un evento. A la gente del mundo de la cultura le costaba un poco a enterarse que sin el público la cultura no existía, y que es realmente importante conocer los necesidades del público e intentar complacerlos. Los primeros a quienes les interesaba quien forma la parte del público eran la gente que trabajaba en los museos. Empezaron a analizar quienes son los que vienen a ver los exposiciones, y quienes son los que no vienen y porqué.

Jaume Colomer na súa sesión sobre públicos culturaisEl tipo del público que buscamos depende un poco del tipo de contenido que intentamos patentar, y de qué es lo que queremos conseguir con ciertas actividades. Como ya he dicho antes en el texto, eso también depende de los necesidades de la cultura en dado momento. Por ahí surge el tema del marketing en la cultura, y si es algo que le ayuda o no. Definitivamente es algo que le trae el dinero y el apoyo económico, pero habrá que encontrar una manera buena de hacerlo y no arruinar la calidad del programa cultural. Como un ejemplo de esto hemos hablado del periodode la crisis económica en España en 2008, cuando el sector de la cultura casi se quedó sin fondos.

En el periodo que vino después había que recuperar todo y el sector de la cultura queriendo o no, tenía que girar al tipo del público que le podía apoyar económicamente. Eso no necesariamente tiene que ser malo, lo que sí es que hay que encontrar el equilibrio entre patentar el contenido rápido para ganar lo más posible lo antes posible, y hacer las cosas cualitativas. Cuando hablamos del desarollo del público cultural, hay que buscar la manera de animar el público ya existente y atraer el público nuevo. Lógicamente, el interés para la cultura ocurre ya en infancia y se origina en las experiencias personales, tanto como en las experiencias externas. Pero claro, siempre hay y algunas barreras en este proceso, lo importante es que el interés tiene que tener más fuerza que las barreras y la resistencia para que el proceso resulta con la participación en la actividad cultural.

Barreras, públicos e interés

Hay dos tipos de las barreras, objetivas y subjetivas. De las objetivas se consideran el tiempo, la situación económica, falta de información, el transporte incómodo, acompañamiento etc.. De las subjetivas se consideran prejuicios, inseguridades, ansiedad y otras barreras que nos ponemos a nosotros mismos. También, uno de los problemas de la cultura de hoy es que hay demasiadas ofertas. Con las plataformas como Netflix, Spotify, HBO etc., incluso el contenido es muy disponible y el público ya no tiene ni que moverse de casa para divertirse y ver el contenido que le interesa. De hecho, con estas plataformas ni tiene que pensar mucho en qué le apetece ver o escuchar porque la plataforma en sí pone las recomendaciones basándose en el contenido previo visto. Y si añadimos el hecho de que el pago es mensual, no hace falta que paguemos cada vez cuando queremos disfrutar algún contenido. Parece perfecto, no? Pero claro, eso es algo con que los teatros, cines, conciertos tienen que luchar, la pregunta es cómo hacerlo con éxito y como animar el público que consume este tipo de contenidos culturales también, mientras que tiene tantas cosas ya disponibles desde su propia casa y sin mucho esfuerzo.

Hay que saber la diferencia entre el público mainstream y el público no mainstream y las necesidades que tienen. En general se puede decir que el público no mainstream necesita participar en la creación de las actividades culturales, no sólo consumirlas. Mientras que el público mainstream normalmente sólo consume el contenido. Basándose en esa lógica, para el público no mainstream no es suficiente tener las plataformas previo mencionadas y ver el contenido de casa.

Es importante destacar los estados básicos de demanda que se pueden separare n los tres grupos: demanda inexistente (desinterés por la oferta); demanda latente (interés por la oferta sin participar en ella); demanda activa (interés por la oferta y participación en ella). De todas formas la palabra clave es interés, y hay que saber cómo animar que grupo de gente, lo cual es algo que depende de muchos factores.

 

Por fin, cuando tratamos de los objetivos del desarollo del público cultural, destacaría estos:

1. Que crece el número y frecuencia de los participantes

2. Que el público desarolla la capacidad de crear y disfrutar mientras participe en los eventos culturales

3. Que el público participe en los decisiones en cuanto a los proyectos.

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